El comunismo ha sido siempre en Guatemala nada más que un fantasma.
Democracia y periodismo: la esencia de la primera es la participación ciudadana en los mecanismos de toma de decisiones. El periodismo se ocupa de buscar la verdad y nada más que la verdad. ¿Será la democracia un resultado de la libertad de expresión o viceversa?
Manifestar y expresarse libremente es un derecho inalienable. Aun para aquellos que reciamente se equivocan. Tal es el caso de algunos cientos de manifestantes que marcharon desde la antigua Escuela Politécnica hasta el Obelisco, portando pancartas con el texto: “Gracias a los soldados y no a los poetas, podemos hablar en público”. “Gracias a los soldados y no a los periodistas, tenemos libertad de prensa”.
Tremendas falacias. Ninguna democracia se construye anulando el Estado de Derecho. Durante el conflicto armado, las fuerzas de seguridad del Estado cometieron crímenes (algunos con el nivel de lesa humanidad), negando con este proceder la naturaleza misma del Estado; es decir, el Estado se negó a sí mismo. Estamos hablando de masacres de campesinos desarmados, destrucción de aldeas completas, asesinato en masa de mujeres, niños y ancianos.
El ascenso militar de la guerrilla fue causado por el desbarajuste del manejo del Estado por los ex generales hoy acusados, por los abusos, la pobreza, la falta de visión democrática y de país. El comunismo ha sido siempre en Guatemala nada más que un fantasma, que al combatirlo con métodos de terror produjo la tragedia de decenas de miles de muertos y desaparecidos.
Es lamentable que se integren los soldados lisiados durante la guerra a este tipo de peticiones irracionales. Ellos, es cierto, lucharon obedeciendo órdenes de unos generales sin concepto de lo que era el derecho humanitario y el de guerra. Los soldados lisiados deben recibir en cambio compensaciones económicas y exigirlas. Pero esto no significa que deben cesar los procesos contra los ex altos jefes militares sospechosos de delitos de lesa humanidad.
En Guatemala no hubo prisioneros políticos sino muertos políticos. En países con sangrientas guerras civiles, como Colombia o Perú, hay cientos de guerrilleros presos en las cárceles. En Guatemala, ni uno sólo.
Internacionalmente está reconocido que los delitos de lesa humanidad y de genocidio no prescriben y deben ser investigados. Ha sucedido en Argentina, Chile y Uruguay. Pero en Guatemala la historia no avanza.
Los guerrilleros que cometieron este tipo de delitos deben también ser juzgados. Hace falta relacionar las masacres y crímenes de guerra cometidos por la insurgencia con posibles ex guerrilleros culpables que se encuentren con vida. Mas recordemos que, según todos los informes, el 95% de delitos de lesa humanidad los cometió el Ejército.
Finalmente, en un país donde se ha asesinado poetas reconocidos como Alaide Foppa o Luis de Lión, resulta grotesco endilgarles a los soldados el mérito de la democracia. Fue la antipoética dictadura militar la que no dejaba hablar. Dijo un poeta guatemalteco: “Patria, yo he de morir para que tú no mueras”.
Jaime Barrios Carrillo
jbarrios@siglo21.com.gt
Fuente: Siglo21
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